Las personas altamente sensibles (PAS) están dotadas de una profunda capacidad para experimentar y percibir emociones, lo que puede ser tanto una bendición como un desafío en el ajetreado mundo social.
Es posible que te encuentres en una reunión social, rodeado de risas y conversaciones animadas, pero sintiéndote abrumado por el ruido, la multitud y las interacciones constantes.
¿Es esto algo que todos experimentan o es un rasgo único de las PAS?
¿Cómo puedes gestionar mejor estas situaciones para disfrutar plenamente de la vida social?
¿Existen estrategias eficaces para que las PAS puedan disfrutar de las reuniones sociales sin sentirse agotadas o ansiosas?
A partir de mis propias vivencias como PAS y tras conversar con expertos en el tema, he recopilado 6 consejos prácticos para ayudarte a navegar por las aguas a veces turbulentas de las reuniones sociales.
¿Estás listo para descubrirlos?
Te aseguro que estos consejos te abrirán un nuevo mundo de posibilidades.
1. Preparación previa
Antes de lanzarte a la maraña de una reunión social, tómate un momento para prepararte. Al igual que un atleta se calienta antes de una carrera, una PAS también necesita prepararse para el torbellino de estímulos que conlleva una reunión social.
¿Cómo puedes hacer esto?
Comienza por visualizar el evento. Imagina a las personas que estarán allí, el lugar y las posibles conversaciones. Esto te permitirá anticipar y prepararte para las situaciones que podrían causarte estrés o ansiedad.
Además, asegúrate de tener un plan de escape. Esto no significa que planees huir a la primera señal de malestar, sino más bien tener la opción de tomar un respiro cuando lo necesites. Puedes escoger un lugar tranquilo para retirarte unos minutos o incluso decidir de antemano cuánto tiempo planeas quedarte en la reunión.
Finalmente, no subestimes el poder de un buen descanso. Asegúrate de estar bien descansado antes del evento para manejar mejor cualquier eventualidad.
Recuerda, un poco de preparación puede marcar una gran diferencia en cómo experimentas y disfrutas las reuniones sociales como PAS.
2. No evites el centro de atención
Puede parecer contradictorio, pero a veces, las PAS pueden encontrar alivio en ser el centro de atención, en lugar de estar al margen observando y absorbiendo todo. Al estar en el centro, puedes guiar la conversación y tener un mayor control sobre los estímulos a los que te expones.
No tienes que convertirte en el alma de la fiesta o contar chistes para captar la atención de todos. Simplemente puedes compartir una historia interesante, hacer preguntas profundas o incluso proponer un juego o actividad que disfrutes.
Al hacer esto, no solo te mantendrás en una zona segura, sino que también tendrás la oportunidad de conectar con los demás a un nivel más profundo, algo que a las PAS les resulta gratificante.
Sí, puede ser intimidante al principio, pero recuerda que estás en un entorno seguro con personas que se preocupan por ti. Y nunca sabes, podrías terminar disfrutando más de lo que esperabas al tomar un rol más activo en las reuniones sociales.
3. Asegúrate de tener tiempo para recargar
Las PAS pueden sentirse agotadas después de estar en un ambiente social durante un tiempo prolongado. Esto es completamente normal y está bien hacer una pausa para recargar energías.
¿Cómo puedes hacer esto?
Aprovecha los rincones tranquilos o los espacios al aire libre. Unos minutos solos pueden hacer maravillas para tu estado de ánimo y energía. También puedes optar por actividades más tranquilas como leer un libro, escuchar música suave o simplemente respirar profundamente.
Además, no te sientas obligado a quedarte hasta el final de la reunión. Si sientes que ya has tenido suficiente, está bien despedirte y retirarte temprano.
Recuerda, cuidar de ti mismo es esencial. Al asegurarte de tener tiempo para recargarte, podrás disfrutar más de las interacciones sociales sin sentirte agotado.
4. Utiliza tus habilidades de escucha
Las PAS tienen la capacidad innata de escuchar y comprender a los demás a un nivel profundo. Esto es debido a su alta sensibilidad y empatía, lo que les permite captar las emociones y necesidades de los demás con facilidad.
En lugar de ver esto como una carga, puedes convertirlo en tu superpoder social. La mayoría de las personas valoran ser escuchadas y comprendidas. Al enfocarte en escuchar activamente a los demás, no solo te proteges de la sobrecarga sensorial al no ser tú quien habla todo el tiempo, sino que también haces que los demás se sientan valorados.
Es interesante saber que, según múltiples estudios, las personas tienden a considerar a los buenos oyentes como individuos más atractivos y agradables. Así que no solo estarás cuidando de ti mismo, sino que también estarás construyendo conexiones significativas con los demás.
Como PAS, tu habilidad para escuchar puede ser una herramienta poderosa para disfrutar de las reuniones sociales. Úsala a tu favor.
5. No te fuerces a encajar
A veces, las PAS pueden sentir la presión de adaptarse a las normas sociales y ocultar su sensibilidad para no parecer “diferentes”. Pero intentar ser alguien que no eres puede ser agotador y contraproducente.
Es hora de aceptar que como PAS, tienes una forma única de experimentar el mundo. Tu sensibilidad no es una debilidad, sino una fortaleza. Y está bien si prefieres conversaciones más profundas en lugar de charlas triviales, o si necesitas un momento a solas en medio de una reunión social.
No tienes que reírte de los chistes que no te parecen graciosos, ni participar en actividades que no te interesan solo para agradar a los demás. Eres quien eres, y eso es suficiente.
En lugar de forzarte a encajar, busca formas de disfrutar la reunión a tu manera. Puede que te sorprendas al descubrir que hay otros que aprecian tu autenticidad y quieren conectar contigo tal como eres.
6. Practica la autocompasión
Durante mucho tiempo, como PAS, me castigaba a mí misma por no ser tan extrovertida o sociable como los demás. Me comparaba constantemente con los demás y me sentía inadecuada. Hasta que me di cuenta de que estaba juzgándome a mí misma con demasiada dureza.
Es importante recordar que está bien ser diferente. Está bien necesitar tiempo para recargarte, está bien disfrutar de la soledad y está bien sentir las cosas con más profundidad que los demás.
Practicar la autocompasión significa aceptarte tal como eres, con todas tus fortalezas y debilidades. Significa tratar a tu PAS interior con el mismo cuidado y comprensión que le darías a un amigo querido.
Desde que comencé a practicar la autocompasión, he notado un cambio significativo en cómo manejo las reuniones sociales. Ya no me siento abrumada por la presión de encajar, sino que ahora disfruto de las reuniones a mi manera, sin disculpas.
Te animo a que hagas lo mismo. Date permiso para ser tú mismo y trata a tu yo sensible con amabilidad. Verás cómo este simple cambio transformará tu experiencia en las reuniones sociales.
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