¿Alguna vez has tenido una conversación con alguien y te has dado cuenta de que están tomando a pecho cada palabra que dices?
¿O tal vez notas que son especialmente sensibles a ciertos temas o situaciones?
Si es así, es posible que estés tratando con una persona altamente sensible.
Y no, no me refiero a personas que se ofenden fácilmente o que son demasiado emocionales. Las personas altamente sensibles, o PAS, como se les conoce a menudo, tienen sistemas nerviosos más sensibles y absorben más información sensorial que el promedio.
Esto puede hacer que la comunicación con ellos sea un poco más complicada. Pero no te preocupes, no es imposible. Solo necesitas aprender algunas estrategias clave para comunicarte de manera efectiva con las PAS.
A continuación, te presento 6 formas probadas y efectivas para hacerlo.
1. Practica la empatía
Una de las características más notables de las personas altamente sensibles es su capacidad para sentir y absorber emociones, tanto propias como ajenas. Es por ello que la empatía es fundamental cuando te comunicas con ellas.
La empatía no significa simplemente entender los sentimientos de los demás, sino también validarlos y respetarlos. Esto puede ser tan sencillo como decir “Entiendo por qué te sientes así” o “Eso debe ser realmente difícil para ti”.
Recuerda, no tienes que resolver sus problemas o quitarles sus sentimientos. Simplemente debes reconocerlos y hacerles saber que estás allí para apoyarlos. Esta tactica puede hacer una gran diferencia en tu comunicación con una persona altamente sensible.
2. Presta atención a tus palabras
Como alguien que tiene amigos altamente sensibles, he aprendido que las palabras pueden tener un gran impacto. Las personas altamente sensibles tienden a analizar y reflexionar profundamente sobre lo que otros dicen, lo que puede hacer que sean más susceptibles a las palabras hirientes o críticas.
Recuerdo una vez cuando hice un comentario casual sobre el desorden en la casa de mi amigo. Para mí, era una observación inocente, pero para él, sintió como una crítica severa. Se sintió avergonzado y herido, algo que nunca había sido mi intención.
Desde entonces, he aprendido a ser más consciente de cómo formulo mis palabras, especialmente cuando estoy hablando con alguien que sé que es altamente sensible. Ahora sé que es importante hablar con amabilidad y consideración, incluso cuando me parece que estoy haciendo una observación casual o inocente.
3. Evita las suposiciones
Aquí va una verdad que puede ser difícil de tragar: las suposiciones son asesinas de relaciones. Sí, lo dije. Y es especialmente cierto cuando se trata de hablar con personas altamente sensibles.
Tomemos un ejemplo. Supongamos que tu amigo altamente sensible parece estar más callado de lo normal. Puedes asumir que está enojado contigo o que algo anda mal. Antes de que te des cuenta, puedes encontrarte actuando a la defensiva o incluso distante, todo basado en una suposición.
Pero aquí está la cosa: las personas altamente sensibles a menudo necesitan tiempo para procesar sus emociones y pensamientos. Ese silencio no necesariamente significa que algo anda mal. Podría ser simplemente su forma de manejar el mundo.
Entonces, en lugar de saltar a conclusiones, intenta preguntar cómo se sienten o si hay algo de lo que les gustaría hablar. Esta simple acción puede prevenir malentendidos y fortalecer tu relación con esa persona altamente sensible en tu vida.
4. Dale espacio cuando sea necesario
Las personas altamente sensibles suelen valorar su tiempo a solas. Esto se debe a que necesitan este tiempo para procesar sus pensamientos y emociones, dada su mayor sensibilidad a su entorno.
No es raro que una persona altamente sensible necesite retirarse a un espacio tranquilo después de un día agitado o tras una interacción social intensa. Esto no significa que estén enfadados contigo ni que te estén evitando.
Comprender y respetar su necesidad de soledad puede ser un gran paso para mejorar tu comunicación con ellos. Cuando sientas que necesitan su espacio, ofréceselo sin resentimientos. Esta muestra de respeto y comprensión puede fortalecer enormemente tu relación con una persona altamente sensible.
5. Sé paciente
Aquí hay algo que puede que no sepas: las personas altamente sensibles tardan más tiempo en tomar decisiones. Esto se debe a que procesan más profundamente la información y consideran cuidadosamente todas las posibilidades antes de decidir.
Por lo tanto, puede que te encuentres esperando un poco más de lo habitual para obtener una respuesta de una persona altamente sensible. Esto puede ser especialmente notable en situaciones donde se deben tomar decisiones importantes.
Pero aquí está la recompensa de tu paciencia: cuando una persona altamente sensible toma una decisión, puedes estar seguro de que ha sido bien pensada y considerada desde todos los ángulos. Así que la próxima vez que te encuentres impaciente, recuerda que tu paciencia puede llevar a decisiones más sólidas y bien fundamentadas. Y eso es definitivamente algo bueno.
6. Brinda apoyo emocional
Las personas altamente sensibles suelen vivir en un mundo emocionalmente rico y complejo. Pueden sentir alegría, tristeza, amor y miedo de manera más intensa que la mayoría de las personas.
Esto puede ser hermoso, pero también puede ser abrumador a veces. Pueden necesitar un poco más de apoyo emocional que otros para ayudarles a navegar sus ricos paisajes internos.
Aquí es donde puedes entrar tú. Al proporcionar un oído atento, palabras tranquilizadoras o simplemente tu presencia silenciosa, puedes ser el faro en su tormenta emocional. No se trata de “arreglar” sus problemas, sino de ser un apoyo constante y sólido en sus vidas.
Es increíble lo mucho que una simple muestra de apoyo puede significar para una persona altamente sensible. Puede ayudarles a sentirse comprendidos, validados y, lo más importante, no solos en sus experiencias.
Reflexiones finales
Comunicarse con una persona altamente sensible puede parecer un desafío al principio. Pero con paciencia, empatía y comprensión, puedes descubrir que estas interacciones llevan a conexiones más profundas y significativas.
Recuerda, no necesitas solucionar las emociones o experiencias de una persona altamente sensible. Solo necesitas estar ahí para apoyarlas, escucharlas y validar sus sentimientos.
Así que en lugar de ver su sensibilidad como un desafío, celébrala. Valora sus percepciones únicas y aprende de ellas.
Al abrazar la diversidad emocional de nuestro mundo, podemos aprender a apreciar y valorar todas las formas de ser humanos. Y eso, sin duda alguna, es algo realmente hermoso.
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