Ser un buen amigo para una persona altamente sensible significa que estás dispuesto a escuchar, entender y aceptar sus sensibilidades, sin juzgarlas o tratar de cambiarlas.
No es fácil, pero hay ciertas actitudes y palabras que pueden ayudarte a fortalecer esa amistad. Este artículo está diseñado para ser tu guía.
Así que si estás listo para aprender cómo ser un buen amigo para alguien que es altamente sensible, sigue leyendo. Prometo que valdrá la pena.
1) Entender antes que juzgar
La comprensión es la base de cualquier relación sólida, y con las personas altamente sensibles, esto no podría ser más cierto.
Las personas altamente sensibles a menudo sienten las emociones de manera más profunda y pueden ser más conscientes de los matices sutiles en su entorno. Esto puede hacer que se sientan abrumados o malinterpretados con facilidad.
Es aquí donde entra en juego la importancia de entender antes que juzgar. Si tu amigo está teniendo una reacción fuerte a algo que te parece trivial, no te apresures a descartar sus sentimientos. En lugar de eso, trata de entender por qué podrían estar sintiendo de esa manera.
Puedes decir algo como: “Sé que esto te está afectando mucho. Hablemos sobre lo que estás sintiendo”. Esta simple afirmación puede marcar una gran diferencia para tu amigo.
Recuerda, el objetivo no es cambiar su naturaleza sensible, sino apoyarlos y entenderlos mejor.
2) Apreciar su sensibilidad
Aquí viene un poco de mi historia personal. Tengo un amigo muy cercano que es altamente sensible. Al principio, me costó entender por qué ciertas situaciones, que para mí eran triviales, podían afectarle tanto.
Recuerdo una vez, después de una película, mientras todos comentábamos sobre la cinematografía y la actuación, él parecía sumamente afectado por el argumento de la cinta. No entendía cómo podía tomarse tan a pecho una simple película.
Pero, en lugar de ignorar o minimizar sus sentimientos, decidí apreciar su sensibilidad. Comencé a verla como una parte única e integral de quién es. En lugar de restarle importancia a sus reacciones, empecé a valorar cómo su sensibilidad le permitía experimentar el mundo de una manera más rica y profunda.
Le dije: “Realmente valoro lo profundamente que percibes y sientes las cosas. Hace que vea el mundo desde una perspectiva diferente y eso me ayuda a crecer”.
Desde entonces, nuestra amistad se ha fortalecido enormemente. He aprendido que apreciar su sensibilidad no solo mejora nuestra amistad, sino que también me ayuda a aprender y crecer como persona.
3) Evitar las críticas innecesarias
Las personas altamente sensibles suelen ser muy conscientes de sí mismas y pueden ser propensas a la autocrítica. Por eso, es especialmente importante evitar las críticas innecesarias en tu relación con ellas.
Esto no significa que nunca puedas dar retroalimentación constructiva, pero cómo y cuándo lo haces puede marcar una gran diferencia. Es mejor evitar comentarios impulsivos o críticas en momentos de tensión. En lugar de eso, trata de encontrar un momento tranquilo y privado para discutir cualquier problema y hazlo de una manera respetuosa y considerada.
Podrías decir algo como: “Realmente valoro nuestra amistad y hay algo que ha estado en mi mente. Me gustaría hablarlo contigo si estás dispuesto”. Este enfoque muestra respeto por sus sentimientos y les da la oportunidad de estar emocionalmente preparados para la conversación.
Recordando siempre, que el objetivo no es hacerles sentir mal por ser quienes son, sino ayudarles a crecer y mejorar al igual que ellos te ayudan a ti.
4) Ser paciente y comprensivo
La paciencia y la comprensión son dos de las cualidades más importantes que puedes mostrar al ser amigo de una persona altamente sensible. Pueden tener días en los que se sientan abrumados por su entorno o por sus propias emociones. Durante estos tiempos, es importante ser un puerto seguro para ellos.
No te apresures a ofrecer soluciones o a minimizar sus sentimientos. A veces, solo necesitan alguien que escuche y valide sus emociones. Un simple “Entiendo por lo que estás pasando” puede hacer maravillas para hacerles sentir apoyados y comprendidos.
Además, ten en cuenta que las personas altamente sensibles pueden necesitar más tiempo para procesar las cosas que las personas menos sensibles. Así que si parecen estar tomando tiempo para lidiar con un problema o una emoción, sé paciente con ellos y dales el espacio que necesitan.
5) Estar dispuesto a aprender
Cuando comencé mi amistad con una persona altamente sensible, no sabía mucho sobre la sensibilidad alta. Hubo momentos en que me encontré desconcertado, sin saber cómo manejar ciertas situaciones o cómo apoyar a mi amigo adecuadamente.
Fue entonces cuando me di cuenta de que necesitaba aprender. Necesitaba entender mejor qué significa ser altamente sensible y cómo podía adaptarme para ser un mejor amigo.
Así que comencé a leer libros, blogs y estudios científicos sobre la sensibilidad alta. Hablé con mi amigo sobre sus experiencias y escuché atentamente sus perspectivas.
Esta disposición para aprender y adaptarse fue crucial para fortalecer nuestra amistad. Me permitió comprender mejor a mi amigo y cómo podía apoyarlo de manera efectiva.
Así que si estás luchando por entender o relacionarte con tu amigo altamente sensible, te animo a que hagas lo mismo. No se trata solo de ofrecer apoyo, sino también de estar dispuesto a aprender y crecer.
La sensibilidad como un regalo
Ser amigo de una persona altamente sensible puede ser un viaje de aprendizaje y crecimiento personales. Puede desafiarte a ser más paciente, empático y comprensivo en formas que quizás no hayas experimentado antes.
Si bien puede haber momentos de dificultad, también hay una belleza profunda en la amistad con alguien que experimenta el mundo de manera tan intensa. Puedes aprender a apreciar la complejidad y profundidad de las emociones humanas de una manera que quizás nunca hayas considerado.
Por lo tanto, si tienes un amigo altamente sensible en tu vida, recuerda que su sensibilidad no es una carga, sino un regalo único. Míralo como una oportunidad para aprender, crecer y profundizar tu capacidad de amor y comprensión.
Al final del día, ser un buen amigo para una persona altamente sensible puede requerir esfuerzo y paciencia, pero también te abre las puertas a un nivel de amistad profundamente gratificante y enriquecedor.
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